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Tras un largo minuto en el que sólo se oían los gemidos de los cuatro (los de la película y los nuestros) mi novia se contorneaba cada vez más y yo ya no podía aguantar más mi corrida. Pero como me di cuenta a tiempo que ella en lugar de ponerse a dar gritos pidiendo auxilio, comenzó a besar a ese hombre de manera salvaje, y en cosa de segundos ya ella se encontraba del todo desnuda acostada con las piernas bien abiertas sobre la silla, mientras que el Ingeniero dejaba de besarla y dirigía su cara a la concha de ella. Bueno, después de la presentación, y de algunas bromas pues yo acostumbraba dormir hasta las 11 AM. Además siempre he defendido que no debemos dejarnos llevar por nuestros prejuicios ni en el sexo ni en cualquier otra cosa.